lunes, 19 de enero de 2009
Caballos de la noche
Te busqué entre las sombras
de mi arboleda perdida,
desnuda de palabras vanas.
Te encontré en el sendero
de la fruta prohibida,
muriendo sin querer
un poco,
y otro poco
despertando
con el tacto de lo inexistente.
Quien eligió la música
no eras tú,
que revives con cada melodía,
muriendo a la vez
un poco más.
Cuántas veces llamaron a tu puerta los caballos
de la noche,
dime cuántas veces te oyeron
suplicar,
quebrando en partes tu agonía,
cristales de sangre y llanto.
Etiquetas:
poesía
1 comentarios:
Uaaa me matan estos palabras de verdad
me encanto ser amigo de tu
vene visitar el mio blog y dame tu opinion
adios ..
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